Una brillante Jaula de las Locas

Trinidad Ramírez Toriz Lunes, 7 noviembre, 2016 12:00 PM

El meterse en la piel de un personaje no debe ser nada fácil, mucho menos darle vida a cuatro, sin embargo, para Mario Iván Martínez presentar a Zazá, Albán, el tío Marcelo y la mamá en el musical “La Jaula de las Locas” es un deleite. Cada uno de ellos son excelentemente representados por el histrión, quien, acompañado por Roberto Blandón y un talentoso elenco, recrean el trabajo escrito por Jean Poiret en 1973, con excelsas 
actuaciones.

La comicidad y el drama están presentes en la puesta en escena, cuya historia corre a cargo de George y Albán, una pareja homosexual que tienen un hijo producto de una relación entre George y una bailarina que trabajaba en el centro nocturno que ellos administran, llamado “La Jaula de las Locas”.  Michel quiere casarse, sin embargo, su prometida es hija de un hombre conservador que jamás aceptaría formar parte de una familia nada convencional. 

Con un público cautivo, la obra fluyó con agrado, pasando de la risa a la reflexión, del cariño al llanto, de las excusas al perdón, donde finalmente triunfa el amor. 

La trama hace énfasis en la tolerancia, el amor y la amistad que, conjugadas con la alegría y la picardía, dieron como resultado un éxito arrollador en las dos funciones que ofrecieron en la ciudad, en las que el público disfrutó de principio a fin de un trabajo bien montado, actuado e interpretado. 

Con una escenografía digna de un montaje como “La Jaula de las Locas”, la música y el maestro Eduardo Soto en la dirección, la obra cumple con las expectativas del espectador.

“Creo que llega el personaje justo en el momento propicio de mi edad y de mi carrera como actor, como músico, para poder abordarlo con dignidad”, expresó en entrevista con ZETA Mario Iván  Martínez, quien de manera magistral demostró su calidad histriónica al dar vida a cuatro personajes, cumpliendo cabalmente con el reto vocal, físico, corporal y por supuesto actoral. 

“Se trata de un divertimento antes que cualquier cosa inusitada, con una dramaturgia muy sólida del maestro Jean Poiret y al mismo tiempo, una obra que no deja de sembrar conciencia y abogar por sociedades más plurales, más incluyentes”, subrayó. 

La ovación de pie de los tijuanenses hacia los bailarines y actores, avalaron el trabajo realizado la tarde-noche del miércoles 2 de noviembre en la Sala de Espectáculos del Centro Cultural Tijuana.

ZETA TIJUANA