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| La obra musical entregó dos funciones ayer en el Teatro Ricardo Castro. |
El telón del Teatro Ricardo Castro transformó su esencia colorística de rojo carmesí a rosa pastel evocando el glamour del afamado cabaret “La Cage aux folles” ambientado en la antigua París de hace 40 años, en una atmósfera acompañada de luces destellantes, chaquira y lentejuela, donde afloran personalidades del medio del espectáculo con una historia qué contar.
Dicha justificación dio pie a la presentación de la puesta en escena musicalizada “La Jaula de las Locas”, protagonizada por los actores Mario Iván Martínez y Tomás Goros, quienes encarnan a George y Albán, respectivamente, una pareja de homosexuales que tras 20 años de relación sentimental, administran un exitoso centro nocturno que detalla el punto de encuentro entre un público cautivo, tal y como ayer se mostró en evidencia en el recinto, siendo los espectadores, los principales testigos.
Tras un sinnúmero de funciones, la pareja, un día, reciben la inesperada visita de Michel, hijo de George, quien les comunica que va a contraer matrimonio con Amanda, hija del diputado Dindon, un hombre ultraconservador y homófobo, quien amenaza a través de sus propuestas políticas, en cerrar toda clase de espacios diversos como el que administran los protagonistas.
Para tratar de taparle el “ojo al macho”, la situación comienza a intensificarse cuando se convoca a una reunión con los nuevos familiares, causando rubor entre los asistentes, pues se tocan algunas fibras sensibles vinculadas con las ideas, formas de pensamiento y el actuar de la sociedad consuetudinaria en un mundo donde se debate un juicio eterno entre la moralidad y la tolerancia.
Durante poco más de 120 minutos de espectáculo, la producción de “La Jaula de las Locas” demostró estar más que completa, ya que reúne todo: excelentes bailarines, extraordinarios vestuarios, música incidental bien ejecutada, ambientada y lograda de acuerdo a las escenas, reflejando como en un espejo, los vaivenes de ideas que circundan diariamente en el imaginario social, paralelamente vistas como una comedia impregnada de enredos necesarios para darle ese sabor tan necesario al caldo, en respuesta a ese clamor que tanto le urge al teatro actual para competir dignamente contra el demandado séptimo arte.
El éxito del musical, tal y como se ha venido gestando a lo largo de más de 500 funciones por toda la República Mexicana, sentó un precedente en Durango, al reivindicar la magia del teatro descansando en el trabajo de más de 40 actores en escena que logran apantallar al respetable, no dando tregua al descanso ni mucho menos a permitir alguna distracción que incentive el aburrimiento, por el contrario, el divertimento está presente de principio a fin.
Como era de esperarse, el elenco de actores y productores, se llevaron aplausos de pie de parte del respetable, que dignamente no dudó en entregarles esta dádiva de corazón por el esfuerzo exteriorizado y el alma esparcida en el aire como un fiel testigo de la extraordinaria calidad de este espectáculo.
ELENCO DE LUJO
“La Jaula de las Locas” es protagonizada por Mario Iván Martínez, acompañado de figuras de gran trayectoria en el mundo teatral, como es el caso de Tomás Goros, Maru Dueñas, Moisés Suárez y de los jóvenes Israel Estrada, Rogelio Suárez, Jimena Parés, Carlos Pulido y Marilú García Luna; además de las fabulosas Cachels: Dulce Patiño, Tanya Valenzuela, Patty Ibarra, Pablo Rodríguez, Eduardo González, Luigi Vidal, Claudio González, Gilberto Recoder, Orvílle Omar Alvarado, Gerardo García y Gerry Pérez.
La escenografía es una propuesta de Oscar Acosta, el vestuario de William Ivey Long, Ganador de varios premios Tony en Broadway y el diseñador mexicano Mitzy; el maquillaje y peluquería es de Bernardo Vázquez, la coreografía de Pepe Posada y la iluminación y dirección de Matías Gorlero.
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